Molinos

Gigantes en Castilla

quinta-feira, 19 de fevereiro de 2009

That's 90's show, ahora un 20% más chanante.

Veo que me habéis hecho caso y no tengo ningún limón para mi tequila. Así que a pelo.
No quiero decepcionar a la única persona que ha comentado la última entrada, aunque en el blog equivocado. Estimado anónimo, Ocarallovintenove está más desfasado que las botas Art o que las hombreras noventeras. Y hablando de hombreras... Carmela Soprano. En realidad de Carmela se deben comentar las uñas infinitas (por no decir garras de aguilucho) que gasta, los cardados tipo nido-de-cigüeña de las primeras temporadas o los atuendos a lo señorona burguesa que luce en ocasiones.
Para quien no ha entendido nada, esta es Carmela Soprano y para ver sus uñas tendréis que ver la serie.
Más.
Para los nacidos en los años ochenta, los noventa han supuesto bien la infancia, bien la adolescencia. En cualquier caso nadie escapó de éxitos como Salvados por la campana (sí amigas, sé que estabais enamoradas de Zach, a sabiendas que los jarsés que se nos ponía el chico no tenían desperdicio alguno), Punky Brewster o Brúster para los españolitos (aquella niña, que abrió la veda y desde entonces todos nos podemos poner calcetines desparejados sin miedo a que nos tachen de perroflauta, dormía en un carro y tenía una casa en un árbol mayor que los pisos de 30 metros cuadrados del Ministerio de Vivienda) o el Príncipe de Bel Air (recordad ahora sí las hombreras de Hilary, el bigote de la joven Ashley Banks, el contoneo de Carlton al ritmo de Tom Jones o los chalecos horteras de Jazz, que es como llamar a tú hijo reggaeton, pensadlo)
En casa Recouso lo que causaba particular furor era A Nanny. Las tardes-noches de la semana se reservaban a la Telegaita (televisión de Galicia, por si algunos de mis fans alrededor del mundo no entiende) porque la Nanny, igual que Shin Chan, mellor en galego. La niñera toa petá, el jefe guapo, el mayordomo cotilla, la madre indiscreta de la niñera... nada que ver con las patochadas de ahora del estilo Hombres, mujeres...
Ilustra esta entrada todo un icono de los noventa, ahora en decadencia, pero siempre te recordaremos. Unos por Viviendo deprisa (tía María, sé que me lees, ¿no te sientes ni un poquito aludida?) y otros por Corazón partío, amigo Alejandro.
Y hasta aquí puedo leer por hoy, que ya se me empieza a embotar el cerebro y a mi edad...

1 comentário:

  1. En mi edificio vive la doble latina de Adriana LaCerva. Embutida en ropa hortera, maquillada con brocha, uñas postizas e incluso un perrito.

    No es Carmela Soprano, pero quizá lo sea en unos años.

    PD: Si por chanante te refieres a pasado de moda, cambia el 20% por un 95%. ¡Y que viva la Nanny!

    ResponderEliminar

a ver, princesa, dime...