Hoy es el día en que los polacos comen donuts durante todo el día.

La culpable de que mi quarto no esté sólo la mitad de sucio de lo que está se burló de mi. Friqui me llama (hombre hombre, si los traductores de Bukowski pueden poner jonrán, no voy a poder poner yo friqui)

Entonces ahora tengo vergüencita y no sé qué escribir. También estoy ponderando la posibilidad de prescindir de los acentos cuando escriba en el aula de informática de la facultad, que en los teclados portugueses hay º (sí, sí, el tan utilizado símbolo de los grados) en lugar del acento. Pero claro, pais no es lo mismo que país.

Y en treinta y nueve minutos, examen.

Pasarte el día mirando al infinito mientras se te cae la baba es una opción más que válida para pasar tu época de exámenes. Si total, esto sólo son frequéncias, siempre te queda la oportunidad del examen final. Pero ten cuidado de no irte de viaje. Ah, ah, se siente.

Y en treina y siete minutos examen.

Observo mis manos mientras tecleo y... catástrofe, las tengo más secas que el esparto. Como esos fornidos y valientes pescadores noruegos que sólo y, oyes bien, sólo confían en Neutrogena para el cuidado de sus manos. Ya están viejas y cansadas y no quieren hacer más amiguitos.

Y en treinta y cinco minutos examen.

Vivir sin ventana puede llegar a ser útil. Sí, sí, así no te pueden entrar los yonquis por la ventana. Ni yo puedo escapar si entran por la puerta. Es hora de IKEA, de cuadroconpaisajemarino y de vamos a forrar todas las cajas de galletas que encontremos(c) para así meter cositas, todas de ellas inútiles y alimentar nuestro síndrome de Diºogenes. Ves, que te dije.

Y en treina y un minutos examen.

Ahora podrás comprobar por un lado lo lento que escribo (o lo espesa que estoy) y por otro que no me gusta usar solamente los signos de exclamación o interrogación al final en castellano, por lo tanto, paso de su culo. Y si, digo castellano porque también paso de buscarme una ñ por ahí.

D'oh! (eh, esto es inglés con castellano)

Y ahora me voy a... espiar...