Molinos

Gigantes en Castilla

quarta-feira, 19 de novembro de 2008

El 22 de diciembre de 2007 escribí lo siguente...

La última vez que escribí fue un martes trece. Tal vez por eso mis neuronas se pusieron en stand by. Después de mi enfado con el mundo (porque a pesar de todo yo sé que el mundo estaba en mi contra) y de mi feliz reconcilación con él, decidí que, a falta de un buen maratón Disney, debía encarrilar mi vida. No sé, dejar de beber, de fumar y de andar con mujeres. Algo así. De esas cosas tan británico-europeas que se llevan hoy en día. Sí hombre, sí, sí que sabes. Eso de ir a museos y exposiciones.
El secuestro de la Time Out edición Lisboa fue el primer paso. ¡Ja!Y entonces llegó la sobredosis de estimulos artístico-culturales. Y me convertí en otra persona.



Pero era mentira. Casi un año después me encuentro, otra vez, intentando encarrilar mi vida, sigo con el cerebro hecho papilla y sedienta de estímulos artístico-culturales. Además, estoy dejando de fumar, lo cual aumenta mi consumo de chocolate de forma alarmante. No puedo evitar pensar que Mufasa tenía razón y todo en esta vida sigue una progresión cíclica que nos hace estar siempre en el mismo punto de partida...o de llegada.
Si crees que soy tan mediocre como para usar borradores de hace meses porque no se me ocurre nada brillante o interesante que contar, estás en lo cierto. Aunque, en ocasiones, los mejores textos son aquellos que se quedan en el tintero, bien porque son los más sinceros y no tuviste el valor para sacarlos a la luz pública, bien porque te hacen pensar en lo que no has hecho (pero te propusiste hacer)

2 comentários:

  1. (he de aclarar que llevo 6 horas de clase y 6 horas de trabajo de francés a mis espaldas...)

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  2. En cualquier caso, tu sed de estímulos artístico-culturales siempre será una suerte (para tí, para la gente que te rodea y puede disfrutarlos contigo e incluso para los desconocidos que te limpian la babilla cuando te quedas dormida en estímulos no satisfactorios). Lo de las entradas antiguas... todos lo hacemos aunque nos callemos como tumbas, y desde luego la manía de intentar encarrilar la vida propia es característica de mentes más inteligentes que la media (no te ilusiones, que esa media está ocupada viendo gran hermano)...
    C'est la vie petite! Ahora te toca dejar de lado las teorías lingüísticas de Chomsky y empezar a leer las filosóficas (o las políticas, ¿cuántas veces encarriló este hombre su vida?)
    ¿Ves? Sólo me queda la conclusión...:




    ¡Toma ya!

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a ver, princesa, dime...