Molinos

Gigantes en Castilla

quinta-feira, 12 de março de 2009

El curioso incidente del perro a medianoche

No era medianoche exactamente, pero era tarde. Tan tarde que era de noche, tan de noche que se podría decir que Vigo tenía un halo lúgubre latente en toda la ciudad. Bajaba por una carretera inhóspita hacia el campo de fútbol de Balaídos (situado en un barrio un tanto hostil) El tráfico infernal de hora punta hizo que los coches se atascasen ante un cruce de caminos paralelo a la vía por donde caminaba.
[Siempre lo he pensado, pero es el momento de decirlo. Queridos conductores, no hay ninguna relación cósmica entre el satánico sonido de vuestros claxons y el estado de los embotellamientos en las urbes, de manera que de nada sirve ponerse a pitar como un energúmeno; es contaminación acústica, amigos.]
Para más inri, la niebla y el frío le daban a la escena un aspecto un tanto romántico (y no me estoy refiriendo a la casa roja de Nestlé)
Entre el estrueno de las bocinas de los coches logré captar un bramido, como salido del mismísimo Hades. Levanté la vista y allí estaba, con los ojos brillantes y la lengua fuera. Corriendo, que digo corriendo, cabalgando hacia mí. Era un pastor alemán de unos... no sabría decir, era como el perro de los Baskerville, una bestia realmente aterradora. Se estaba acercando a mi posición, no parecía tener dueño y para ser sinceros el dueño potencial de ese perro no habría podido contener la rabia del animal.
Lejos de quedarme paralizada por el miedo (A pesar de que yo tengo la teoría de que los perros grandes y agresivos son como los Tiranosaurios. Sí hombre, que si te quedas quieto no te ven) mi reacción fue inmediata. Alargué el brazo izquierdo y tiré de la primera manilla con que se encontraron mis dedos. Aquello era un coche y yo acaba de allanarlo.
El dueño del vehículo no daba crédito. Atónico, patidifuso, estupefacto. Flipando, vamos. Sólo acerté a decir es que me quería morder con voz de mosquita muerta.
Resulta que el joven estudiaba en la Universidad de Vigo y mi episodio con el cánido había sido lo más curioso que le había pasado en años. Curioso por no decirme que tengo un problema mental bastante serio.

Y todo este coñazo para acabar por recomendar El curioso incidente del perro a medianoche de Mark Haddon. Una historia escrita desde la perspectiva de un niño autista amante de las novelas de Sir Arthur Conan Doyle que os dejará atónitos, patidifusos, estupefactos.

2 comentários:

  1. bo libro con curiosas cousas matemáticas.
    kmbiarias de porta no programa de tv das 3 portas? :D
    abraiada de cmo enlazas cousas, xD.
    Bicos licuada, o sabado nos bmos (hip!)

    ResponderEliminar
  2. Pues a mi no me gustó ese libro...junta un montón de frases cortas unidas a un par de sumas y restas y ya tenemos a un autista contando su vida....NO ME LO CREO!

    he dicho pues!

    (zorra)

    ResponderEliminar

a ver, princesa, dime...