Y esa experiencia me hizo valorar las cosas más importantes de la vida

Y te preguntarás ¿qué experiencia? Pues ninguna en particular y todas en general. Las cosas pequeñas que ocurren cada día y en las que apenas reparo. El nuevo "corte" de pelo del profesor de metodología (corte va entrecomillado porque es una ironía, amigos, el profesor de metodología es calvo), el sabor de las naranjas, el olor a café recién bebido, una página web zen, un chiste malo, un e-mail desalentador, un pescado difícil de comer, un nuevo capítulo de Big Bang Theory. Todas estas cosas pasan en un día y me hacen valorar la vida. Y como ves, voy oscilando como lo hace un péndulo. Del abismo más oscuro y miserable al monte de sabiduría yogui (y no es el oso de Yellowstone, ¡merluzos!
Para demostrarte lo mucho muchísimo que valoro la vida, sección nueva a la derecha (esto ya parece A tu lado, chica): Me guuusta