El problema de ser una fracasada es que el día en que te das cuenta, te duele. Te has quedado en blanco, sin frases lapidarias que impresionen a nadie, ¿a quién quieres impresionar? Un puñado de respuestas de trivial no te aseguran que vayas a ser alguien en esta vida, porque en el fondo tú y sólo tú sabes que serás miserablemente mediocre hasta que te mueras. A mitad de camino entre la erudita que nunca llegarás a ser y la macarra iletrada que existe en algún rincón de tus entrañas estás tú, la eterna adolescente sabelotodo que se quería comer el mundo... y lo acabó vomitando un jueves de borrachera.
Pues abre los ojos y obsérvate en plena resaca. Hay a quien incluso le darías pena, pero no te engañes, a mí, me das asco. Eres un fraude.
Oiga doctor, vuélvame a enfermar, vuélvame a convertir en mi caricatura.
Pues abre los ojos y obsérvate en plena resaca. Hay a quien incluso le darías pena, pero no te engañes, a mí, me das asco. Eres un fraude.
Oiga doctor, vuélvame a enfermar, vuélvame a convertir en mi caricatura.
looooooser.... :)
ResponderEliminarEs de bromas, todos sabemos que gozas de unas habilidades psicomotrices excepcionales (comete los mocos Jim Carrey)
no hay eruditos de veintipico años... incluso Paco Umbral, antes de ir a programas a berrear "he venido aquí a hablar de mi libro" fue un veiteañero inseguro. Así que démosle tiempo al tiempo y veamos si nos convertimos o no en eruditos, ¿no?
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