Mi profesor de metodología no podía estar más en lo cierto al decir que hemos ido migrando desde los fotologs y blogs, donde todo es más o menos público a los tuenti, facebook, twiter, donde hemos creado redes sociales más o menos cerradas.
Pues bien, he decidido invertir la tendencia, actualizar el fotoló y casi desapuntarme del feisbuc. Y digo casi porque al final me he echado para atrás. ¿Por qué? ¿Será mi abandonada mascota en el Pet Society? ¿Serán las partidas de Geo Challenge que ya no juego? ¿Serán las fotos que cuelgan mi amigos y amigas (y los que no son amigos también, ¡qué coño!) y en las que salgo tan favorecida? ¿Por qué nos (me) cuesta tanto desvincularnos de un grupo en el que a fin de cuentas no conocemos a la mitad de los miembros?
Pues bien, he decidido invertir la tendencia, actualizar el fotoló y casi desapuntarme del feisbuc. Y digo casi porque al final me he echado para atrás. ¿Por qué? ¿Será mi abandonada mascota en el Pet Society? ¿Serán las partidas de Geo Challenge que ya no juego? ¿Serán las fotos que cuelgan mi amigos y amigas (y los que no son amigos también, ¡qué coño!) y en las que salgo tan favorecida? ¿Por qué nos (me) cuesta tanto desvincularnos de un grupo en el que a fin de cuentas no conocemos a la mitad de los miembros?
Esta entrada es producto de un ataque asocial derivado del trabajo de terminología.
Lea detenidamente entre líneas.
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a ver, princesa, dime...