Al parecer, hay problemas de chicos y problemas de chicas. La caída del pelo, el apurado del afeitado o un olor corporal a la vez viril y sugerente son pequeños retos cotidianos que les pone la vida a los hombres.
Las mujeres, de siempre más esclavizadas por las lenguas viperinas que pululan por toda picota mediática, tienen que lidiar con las situaciones más inverosímiles. Este tema no es nuevo en el blog, pero nunca está de más recordarlo (e ir de paso actualizando el input de memeces por las que se preocupan las damas). La hidratación de la piel de la sobaquera las axilas, las primeras arrugas a los 25, nuestra vieja amiga la celulitis junto la su nueva compañera piel de naranja, la flacidez... y el pelo.
Con el pelo son todo problemas, no merece la pena, chica, mejor raparse, porque verás:
Si tienes el pelo liso: falta de brillo, puntas abiertas y secas, raíz grasa, encrespamiento, rotura.
Si tienes el pelo rizado: rizos apelmazados, cabello fosco, poca definición del bucle
Lo tengas como lo tengas: canas, color apagado, aspecto desnutrido.
Al final estamos hechas unas farrapos de gaitas a punto de empezar la época de destape. A mí se me está quedando cada día un poco más de cara de pan, pero como no tengo problemas de mujeres, yo puedo enseñar el hombro sin complejos (mucho me gusta enseñarlo, ¿eh?)
Si que te gusta enseñar el hombro si...
ResponderEliminarPor cierto creo que me he saltado una etapa de mi vida. Esa en la que te preocupas por tu pelo y no dejas que /alguien/ te lo corte con tijeras de cocina.
Mua