Vuelan sobre una montaña de residuos de la noche anterior. Atraídas por el olor a putrefacción de platos y vasos, ya han conquistado los territorios de la cocina y la sala de estar y han comenzado el ataque contra los oriundos del lugar, es decir, yo.
[Tres horas después]
Convertida en asesina en serie, armada hasta los dientes, me he deshecho de ellas. De ellas y de toda la roña incrustada a mi alrededor. No sólo para sudar más que Higgins en la final del mundial de snooker me ha servido, sino para empezar mi lista de "Inventos útiles...a priori"
La maravillosa fregona-escoba. Es un tongo, asumidlo. No funciona. Que lo usen las abuelas del mundo y nos den su opinión.
¿Hay algo peor que ser alopécico? Limpiar la ducha de un alopécico. (con la fregona-escoba de Vileda)
Y ahora, ¡Oh cielos!
Necesitaré un poco de...
Mierda, perdí el hilo creativo.
En compensación... tetas.
Sem comentários:
Enviar um comentário
a ver, princesa, dime...