El olor a cuero curtido se mezcla con el de los transeúntes, muchas veces hediondo. Paso entre los puestos más variopintos: donde venden el último CD de Shakira hasta donde compro un vinilo de los años 20. Los tenderentes se vuelven cada vez más inverosímiles, los hay exclusivamente de artículos militares, de cuelgabolsos de porcelana o de camisetas de grupos cool* (léase: Ramones, SA, NOFX, Guns 'N Roses y demás grupos que Diana escucha y que muchos pueden llevar estampados en la ropa). Llegada a una plaza donde se venden, intercambian, regalan si eres bonita, trastos viejos, me encuentro con que no he recorrido ni la mitad del mercadillo y ya llevo una hora deambulando por la calle.

Bien es cierto que es un elemento democratizante importante, no todos los días se puede ver en el mismo contexto a una niña de papá comprando prendas vintage* a una gitana tres veces más grande y estridente que ella
Además de aprender palabras sabinescas* (que no ver a Sabina porque, al parecer, es el secreto mejor guardado de Madrid) como almoneda o tenería, es probable que haya atrapado una catarro fuerte o gripe estacional (bien, que empiece la alarma) y que mi naricilla respingona (como en culo, por cierto) se acabe convirtiendo en un pañuelo con aroma a aloe vera.
*Hoy he decidido cambiar las comillas latinas por cursiva, hasta que sepa exactamente como se marcan las palabras extranjeras y/o/u inventadas.
viva! xa podo deixar comentarios :)(antes non sei xq non me deixaba)
ResponderEliminarPa mi q a tos los habitantes de MAdrid os vendieron la moto y Sabina en realidad vive en Chandebrito, pero cmo es una atracción más de la capital, os tienen engañados.:)
BIcos
ja! A este paso veo yo antes a Sabina en Viena, que por cierto dentro de un mes o así toca en Vigo xD. Y lo importante, compraste algo?? Sé que hay un puesto de malabares muy chulo eh?? eh??
ResponderEliminargrösse küsse!