Oops, I did it again o de cuando robamos la tapa de un retrete.

El manido tema de los amplificadores de audio bipolares en sicilio o los sicilios auditivos bipolares me ha dejado exhausta. No obstante también puede deberse a la celebración de anoche, que se alargó hasta ese momento en que los barrenderos hacen el cambio de guardia y los camareros te sirven el café con aire condescendiente para ayudarte a pasar los estragos causados por la ingesta excesiva de alcohol.

En el desguace de moda, el Havana 20, una de cada tres canciones es de Extremoduro, otra es a petición del respetable y la otra es Vicio. El ciclo se prolonga hasta las seis, cuando se cierra el chiringuito.

Pero antes, en el Galerna, por un precio que oscila entre los 0.60 céntimos y el euro, puedes invertir en una borrachera sana a base de HR, Estrella Galicia o licor café. (Único en el mundo, undo, undo, undo...)

Para los amantes del clásico botellón, el JB con cola o el vodka con limón han quedado obsoletos. Ahora se lleva el Johnny Walker Red Label con Trina de manzana o el Vodka Eristoff Rojo.

El retrato se lo debo a mi cómplice en el delito de hurto. A ella y a la Nikon D60. Amén, hermana.