C4B

¿Y qué quieres? ¿Que despierte al niño a las seis de la mañana? ¿Qué hago con el niño a esas horas?
Silencio.
Te lo he dicho, Jose, entro a las 7. Tenemos que hablar con tus padres. El niño tiene que quedar con ellos.
Silencio.
Ya, ya sé que ahora estás haciendo horas, Jose, pero estuviste ocho meses metido en casa como un parásito.
Silencio.
Jose, que tengo contrato, horas fijas, vacaciones, ¿no me querías llevar a tomar por culo?
Silencio.
Sí, y tú ¿qué te crees? ¿que nos basta con un sueldo solo, Jose? ¿A dónde vamos si no nos dan el piso de protección?
Silencio.
No, no, los ahorros yo no quiero tocarlos.
Silencio.
¿Qué domingos? Es un supermercado, Jose, por Dios, ¿qué hablas del domingo?
Silencio.
Ah, que no trabaje, ¿qué quieres, mantenerme? ¿eso es lo que quieres?
Silencio.
Mira, esto tendríamos que hablarlo ayer en casa, pero te fuistes dormir... Pero tendríamos que haberlo hablado ayer y así no se enteraba todo cristo de nuestros problemas.
Silencio.
Mira Jose, me da igual, lo vo a coger y punto y se acabó.

Bip. Bip. Bip.

Oops, I did it again o de cuando robamos la tapa de un retrete.

El manido tema de los amplificadores de audio bipolares en sicilio o los sicilios auditivos bipolares me ha dejado exhausta. No obstante también puede deberse a la celebración de anoche, que se alargó hasta ese momento en que los barrenderos hacen el cambio de guardia y los camareros te sirven el café con aire condescendiente para ayudarte a pasar los estragos causados por la ingesta excesiva de alcohol.

En el desguace de moda, el Havana 20, una de cada tres canciones es de Extremoduro, otra es a petición del respetable y la otra es Vicio. El ciclo se prolonga hasta las seis, cuando se cierra el chiringuito.

Pero antes, en el Galerna, por un precio que oscila entre los 0.60 céntimos y el euro, puedes invertir en una borrachera sana a base de HR, Estrella Galicia o licor café. (Único en el mundo, undo, undo, undo...)

Para los amantes del clásico botellón, el JB con cola o el vodka con limón han quedado obsoletos. Ahora se lleva el Johnny Walker Red Label con Trina de manzana o el Vodka Eristoff Rojo.

El retrato se lo debo a mi cómplice en el delito de hurto. A ella y a la Nikon D60. Amén, hermana.

Y por fin... Las Musas.

Acabamos reclamando la rutina perdida. Después de casi un año de desorden y movimiento [ATENCIÓN: Tramo de clichés, lea con precaución] no puedes evitar echar la vista atrás y hacer balance de todo lo vivido.
Lisboa, como ya bien sabes, se acabó convirtiendo en un verdadero hogar, gigantesco y animado. La claustrofóbica habitación y las ratas y cucarachas de la terraza no hacían sino aumentar el encanto de la capital lusa, en la que llegamos a experimentar la devandita rutina-aunque sólo fuera los fines de semana tras el solpor.
[Rut= fiestaencasa+(2·chupitokalashnikov)+buscarabasiaenruadarosa+vueltaacasaenbus] o
[Rut=fiestaencasa+carnetfalsodeerasmuslisboa+bailoteohastalas5+vueltaacasaandando]

Depués de haber finiquitado la movida portuguesa, con resaca de Eurocopa y tequila (y cerveza, y* caipiriña)...
Varsovia no es una ciudad gris. Así nos la pintan en los libros de historia, pero lo bueno de visitar Polonia con polacos es que ni vas a Auschwitz, ni reparas en los interminables bloques de edificios al más puro estilo Coia, ni te escandaliza el constante homenaje que le rinde la capital del wódka a la muerte de sus soldados... o de su Papa. Comes, sin embargo, morcillas polacas, bebes cerveza polaca e incluso visitas el museo de la escalera mecánica... polaca.
Varsovia, florida y alegre, Varsovia.

De vuelta a la tierra, las cosas no parecen haber cambiado demasiado. Salvo por espectáculo de Kusturica,Vigo sigue siendo la ciudad de los grupos de punk cutrón, donde los eventos lúdico-culturales se ocultan detrás de conciertos de grupos de pop cutrón y el olor a asfalto mojado sigue siendo embriagador.

*Recordad niños, no uséis conjunciones copulativas después de una coma.

Y para quien me acusa de "indie victim" y/o cocainómanos.

Para evitar la polémica. Entrada superficial y estúpida, siguiendo la moda latente de los últimos días.

Vigo, ciudad de la que ya he hablado ampliamente en este mi espacio de decirloquemesalgadelpotorro, es fea, gris, industrial y sucia; pero nunca deja de ser interesante. Los bomberos de Vigo son de ese tipo de bomberos que se sacan fotos ligeritos de ropa; o simplemente con la maguera* y el equipo de fútbol de la ciudadmásgrandedegalicia (digan los que digan los turcos) subirá el año que viene a Primera División y volverá a ser grande y todos seremos felices. Adjunto foto del casco vello para que veas lo maravillosa que es la ciudad. Imagínate... a Esteban con la manguera en... creo que me estoy liando.

*ALERTA: chiste simplón de 2:20 de la madrugada tras horas de hacer nada.